miércoles, 14 de marzo de 2012

Rorschach frente a Ozymandias: aterradora simetría


Ya se ha señalado en otras ocasiones que la imagen que Moore proyecta en Watchmen de la figura de Rorschach es, de alguna manera, una especie de reflejo invertido en el espejo de Ozymandias. Ozymandias es bello, pulcro, triunfador y políticamente izquierdoso, seguramente filocomunista. Rorschach por su parte es feo, sucio, marginado y políticamente derechista, seguramente fascista. De hecho ambos son protagonistas del capítulo V, Aterradora simetría, ese episodio construído a la manera de una proyección especular que, no por casualidad, coloca en el centro de la trama a Veidt haciendo aquello que mejor sabe hacer en el tebeo: matar. Sin duda Rorschach es el vigilante que con más decisión se opone a las pretensiones de Ozymandias, el único que remueve cielo y tierra con tal de ponerle en jaque, aun cuando, como no puede ser de otra manera en imágenes simétricas, a ambos les une el mismo eje: la aparente convicción de que el fin justifica los medios.

Sin embargo comprobamos al final que Rorschach declina  transigir con la solución de conveniencia que a los demás les parece inevitable, y que prefiere morir antes que dejar salirse con las suyas a Ozymandias. Al respecto señalaba Rafa Marín en el artículo Mis Watchmen, publicado  en el libro Alan Moore, el señor del tiempo, que este gesto de rebeldía, que claramente se opone a la divisa anterior, marca la culminación del proceso de maduración del personaje, lectura que  es avalada también por Javier Redal en el artículo El mundo de Watchmen, del mismo libro. Marín llega incluso a afirma en relación al Rorschach inicial que "... nunca ha tenido escrupulos en matar y tomarse la justicia por su cuenta..."

Hay algo en esta interpretación  que no termina de convencerme. Siempre he tenido la impresión de que el Rorschach que prefiere morir antes que ocultar la verdad no es un Rorschach diferente al que hemos visto durante todo el tebeo. Creo que, a diferencia de Veidt, incluso a diferencia de El Comediante, al que admira como una figura paterna, y  al que excusa en sus deslices morales, su adscripción al todo vale nunca fue completa ni incondicional; desde el principio hubo una línea infranqueable que determina el contorno de sus escrúpulos: Rorschach sólo ejerce la violencia despiadada contra aquellos a los que considera indiscutiblemente culpables, jamás contra  inocentes. Ese es el límite que él mismo se impone y lo que en mi opinión no puede tolerar de la solución gordiana de Veidt; ese caracter indiscriminado de la muerte a granel y al por mayor que iguala en su terrible inexorabilidad a culpables e inocentes sin posibilidad de distinción ninguna. Porque para él, habitante de un mundo sin matices, donde luces y sombras nunca deben confundirse, el plan de Veidt implica forzosamente el desmoronamiento del último dique de contención que separaba el bien del mal y los hacía inteligibles.   

Más que madurar, yo diría que simplemente en el contexto del nuevo orden forjado por Ozymandias a Rorschach  ya no le es posible continuar viviendo.

14 comentarios:

  1. buendia en el espejo14 de marzo de 2012, 18:01

    Es de las pocas veces que leo algo de tus post sobre cómic y me entero de algo,no por falta de explicaciones detalladas, sino por que esta vez tengo muy reciente el visionado de the Watchmen, y aunque seguramente, solo abarco un limitado universo de Alan Moore, tus referencias a los distintos superhéroes bastante estereotipados, a mi juicio, me ayudan a comprender la idea que tratas de expresar.

    Una pregunta, ¿son las adaptaciones cinematográficas las que de alguna forma encasillan demasiado a estos personajes, demasiado maniqueos, en un mundo del mal y del bien, ciertamente definidos, o es algo ya predeterminado en las historias de los cómic y tebeos?


    Soy nulo en los cómic, en cuanto a su lectura, pero me suelen atraer las versiones realizadas para el cine. A la referida en el post, la verdad es que me gustó bastante. Pero, seguro que el cómic te aporta otros puntos de vista, no!

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  2. Sí, el mundo de los superhéroes es por lo general un mundo terriblemente estereotipado. Tú lo has dicho: la eterna lucha del bien contra el mal. En algunos casos a un nivel verdaderamente ridículo. Personalmente es un género que no me interesa normalmente y del que me jode bastante el predominio abrumador que ha tenido siempre en esto de los tebeos. De hecho en su momento dejé de leer tebeos justamente por ello.

    El caso de Watchmen (sin el artículo, por favor), el tebeo, es diferente. Su relación con los clichés del género es bastante compleja. Por una parte Moore hace una especie de historia resumen de los superhéroes; el primer vigilante aparece en 1938, año en el que se publica el Action comics nº 1, la primera aparición de Superman. El primer grupo de vigilantes, los Minutement (los patriotas, clara referencia al carácter fascista del concepto de superhéroe) vendría a representar lo que en la realidad se ha venido a denominar como la edad de oro de los superhéroes: la de Superman, Batman, el Capitán América, Wonder Woman etc. Eran tebeos donde predominaba el gusto ingenuo por la aventura infantil y extremadamente sencilla. El paradigma de este tipo de personajes es Hollis Mason, el primer Buho Nocturno, que ya mayor añora los viejos tiempos en que todo se resolvía con un buen derechazo a la mandíbula. Por su parte el grupo que se rúen los 60, el de Ozymandias, El Comediante, Rorschach, la segunda Espectro de Seda, el segundo Buho Nocturno y el Doctor Manhattan representan a la edad de plata del género: la de los personajes que crean para la Marvel Stan Lee y Jack Kirby -y Steve Ditko en el caso de Spiderman-: superhéroes más juveniles que infantiles, algo más humanos y con problemas que van más allá de atrapar al supervillano de turno. Es decir, en ese sentido podría considerarse que Watchmen es un homenaje al género. Pero por otra parte es un homenaje envenenado, porque Moore se afana especialmente en demostrar lo patéticos que resultan los superhéroes trasplantados a un mundo medianamente coherente.

    El trasfondo de Watchmen es el de la realidad de su tiempo, la tensión entre el bloque capitalista y el comunista que amenazaba con desembocar en una guerra nuclear en los años 80. Esa conyuntura se trata en el tebeo de forma realista, pero la respuesta que ofrecen los personajes, el plan de Ozymandías y el calamar gigante, no lo es para nada: es la típica de los tebeos de superhéroes. Sin embargos las reflexiones que suscitan por el camino, la naturaleza del poder, el orden del mundo, etc, no son las habituales. Y los recursos que usa Moore para montar la historia tampoco.

    Desgraciadamente la película, que es muy fiel a la apariencia del tebeo, pero poco más, se deja en el camino toda la complejidad del tebeo, y realza la parte más maniquea. Por ejemplo, Watchmen el tebeo trata de matar y enterrar para siempre al superhéroe; la película quiere ensalzarlo.

    O sea, por responder a tu pregunta y no enrollarme más: que sí, las películas están tomando lo peor de los superhéroes -el espectáculo y poco más-, que ya de por sí suelen ser bastante malos, aunque hay excepciones muy honrosas. Pero eso tú nunca lo sabrás, a menos que te leas las recomendaciones que te haga. Cosa harto improbable.

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  3. Buendia en el espejo14 de marzo de 2012, 19:32

    Más claro que el agua.
    Thanks

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  4. Una de las mejores síntesis y explicaciones de Watchmen que he leído, sr.Moore,he aquí el ejemplo de un comentario más esclarecedor y completo que la propia entrada.
    Tambíen, cambiando radicalmente de tema, podríamos buscar similitudes (por frikear un rato) de los personajes de Watchmen con otros superhéroes.
    Rorschach, sería homólogo al Punisher o incluso al Veneno de la Marvel, Buho nocturno, evidentemente, sería Batman o incluso Iron man.

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  5. Bueno, no sabría qué decirte, David, el comentario esta escrito sobre la marcha y se nota. De todas formas es que la entrada tampoco pretendía hacer un resumen de Watchmen, sólo una apreciación muy concreta: que Rorschach no me parece tan zumbao como se dice y que los principios los tuvo siempre y no sólo al final. Pero en fin, por si te interesa, mi entrada más general sobre Watchmen es esta:

    http://lavidaenvinetas.blogspot.com/2007/08/pero-de-qu-diablos-va-watchmen.html

    Y puestos a buscarles referentes a los personajes de Watchmen, a ver qué te parece este: Gordon Liddy, jefe de operaciones de Richard Nixon, como El Comediante.

    http://en.wikipedia.org/wiki/G._Gordon_Liddy

    http://www.edwardjayepstein.com/agency/chap3.jpg

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  6. Don Alan,
    al hilo de la entrada, el otro día leí en el volumen 2 que recopila los trabajos de American Splendor una de las invenciones de Harvey Pekar con Alan Moore como dibujante. No me gusta demasiado en ese papel, no tiene mucho que ver como guionista. Y aprovechando ese servicio público que son las bibliotecas, el fin de semana tengo para ver American Splendor la película. Mientras tanto rezo para que vayan adquiriendo los otros volúmenes de la serie al completo.

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  7. ¡Cuánto tiempo Pachi! Encantado de volver a leerte por aquí. Pues sí, Alan Moore siempre ha sido el primero en reconocer que como dibujante es lento y más bien malo. Por eso hace ya mucho tiempo que se olvidó de las pretensiones de autor total y se dedicó sólo a guionizar.

    La peli es muy recomendable. Me parece bastante cueriosa la biografía de Pekar, pero además Giamatti está genial, como siempre.

    Y mira, por si te interesa leer algo más de American Splendor, y no te importa hacerlo en pantalla, ahí va un enlace para descarga directa:

    http://www.mediafire.com/?sla2i0342ui3dnt

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  8. Que conste que os sigo, lo que sucede es que últimamente no me termino de animar a colaborar con Letrinas, y tampoco estoy muy de poner comentarios. Ya te contaré qué tal lo de la película. En cuanto al ofrecimiento se agradece, aunque sigo siendo de los que prefiere la rugosidad del papel, el peso del volumen, y sobre todo esa versatilidad para incluir múltiples marcadores, anotaciones, llevárselo para aquí y para allá... Está bien esto de los mundos virtuales, pero todavía sigue estando mejor el mundo real, aunque a veces lo que tenemos es como para irse a vivir a una realidad paralela (que no "para lelos"). A quien se echa en falta es a la sección de cómic que comenzó y espero que en algún momento siga...

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  9. Curiosa manera la de los yanquis de llamar a los agentes clandestinos..."plumbers"(fontaneros). Lo que no habrán hecho...
    ¡Saludos, Pachi, por cierto!

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  10. Bueno, ya sabes que aquí no hay compromiso ninguno: cuando se quiera, se pueda o simplemente apetezca. De lo otro, pues no sé que decirte Pachi. Yo los tebeos digitales los leo en una tablet que me compré para eso, y la verdad es tiene peso, textura y el otro se me cayó en la cabeza y me salió un chichón, por lo que sospecho que además es real. Algunos tebeos, como el Miracleman de Moore, que hace décadas que no se reedita por problemas legales, no los hubiera podido leer jamás si no fuera por el mundo digital, y encima permite ciertas opciones que no ofrece el papel: hacer montajes alternativos de los tebeos sin tener que destrozar tu ejemplar, cambiar el tamaño de las páginas, o incluso ajustar el color si no te agrada...

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    1. No te hagas el longui, y vuelve a la radio a difundir el mundo del cómic, sino, se lo voy a tener que pedir a otro...

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    2. Me gusta hablar de cómic, aunque a nadie le interese gran cosa, pero la radio no es para mí. No es mi medio, yo soy más de televisión, de grandes focos, de azafatas con escotes de infarto y minifaldas invisibles y todo eso. Y no vale ponerle una peluca y pintarle los labios a Miguel. No cuela.

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    3. Ahí, ahí estás Paco... que vuelva Alan a hablar de cómics en La casa del mundo. Transmuta tu voz, un día de malo malísimo, otra de sex simbol sex simbolísimo... lo demás son excusas.

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  11. Saludos David. Y lo que dice Alan... ¡me habéis pillado! ¡Es que no tengo un tablet de esos! De chiquito alguna vez tenía un toblerone, pero de mayor ni toblerones ni tabletones... si alguien que pase por aquí siente mucha pena y lástima y me quiere regalar uno, le estaré muy agradecido. Y leyendo lo que dices, tienes toda la razón. Me imagino que el dolor cuando cae uno de esos arte-factos y fallece, no sólo tiene que ser físico, sino también moral.
    Cuidaos mucho y cuidad vuestras tabletas.

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Como no me copies te pego

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