miércoles, 15 de agosto de 2012

Música Clásica, 2ª Serie. (XI) Spohr




No sé si habéis reparado en el origen de ese adminículo con que se valen los violinistas para apoyar el mentón, o en el de la varita de la que se sirven los directores de orquesta, la batuta; objetos que, acostumbrados a verlos desde niños, nos inducen a pensar que se hayan usado siempre. Pero fue un músico nacido en 1784 en Brunswick, violinista extraordinario y director de orquesta en Kassel a instancias de Weber, quien los inventó; su nombre para la Historia es Ludwig Spohr. De este compositor romántico alemán he escuchado algo de su música de cámara, un par de conciertos para clarinete, sus conciertos para violín y orquesta, y la pieza que esta noche escucharemos, la Sinfonía concertante para violín, arpa y orquesta en Sol mayor, que Spohr solía tocar al violín junto a su mujer, la arpista Dorette Scheider. 

La pieza es de una conjunción sonora deliciosa, la combinación del arpa con el violín produce embeleco, especialmente en el adagio, y las exigencias virtuosísticas están a la altura del romanticismo lírico y dramático del que Spohr es representante fiel. No tengo constancia de que la pieza haya sido grabada con profusión hasta la fecha, pero hay que tener en cuenta que la obra de Spohr se ha tocado poco en el siglo XX, aunque parece que en los últimos años empieza a haber razones para el optimismo en la lenta pero cada vez más arraigada tendencia de intérpretes ilustres a recuperar el legado del músico alemán (debo confesar, no obstante, que habría querido traer también la versión de Heifetz del Concierto para violín nº 8, en RCA VICTOR, pero los recursos del Tubo son limitados; se puede encontrar en Spotify junto al concierto para violín Op. 24 de Rosza - éste sirvió de banda sonora para la película La vida privada de Sherlock Holmes, de Billy Wilder- ). 

Os dejo con la Sinfonía Concertante nº 1 en Sol mayor, WoO. 13, en tres movimientos, allegro, adagio y rondo, en una interpretación de la Moscow Chamber Ensemble “Eccellente”, con Maria Lazareva al violín y Tatiana Oskolkova en el arpa. 

Buenas noches, Mefistófeles.





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